María Mendoza de Carbo, presidenta de los hoteleros de la parroquia, considera que de las 1.500 plazas de hospedaje que hay en Crucita, apenas un 40 por ciento (600) está ocupada.
José Palma, dueño del restaurante Palmita, recordó que el año pasado, entre junio y julio, hubo mucha afluencia de turistas; "en cambio este año hay pocos”.
Mendoza indicó que muchos servidores turísticos han invertido para mejorar sus negocios y ofrecer un buen servicio a los turistas.
Edgar Alcívar, dueño del restaurante “Tungurahua”, es optimista y prevé que en agosto y septiembre llegarán los turistas. Por ello, pide a las autoridades municipales y gubernamentales mayor promoción turística del sector.
Vinicio Carrera, dueño del hostal Venecia, cree que la "poca" visita de turistas se debe a la crisis económica mundial y que la vía hacia la parroquia sigue en mal estado.
En la parroquia Crucita hay sitios de alojamiento desde 5 hasta 50 dólares.
Los restaurantes ofrecen una variedad gastronómica de platos hechos con mariscos y pescados.<