A Mercedes Vizuete, damnificada, le preocupa no tener una casa propia. A ella el municipio le ofreció un techo seguro y aún no lo recibe.
Y lo peor de todo, dice esta humilde mujer que sobrevive de los plásticos que recicla en la calle, es que la dueña de la casa que hoy ocupa en Urbirríos, le está pidiendo que desaloje la vivienda.
Mercedes con cinco hijos a cuestas, dice que a ella el municipio la instaló en esta pequeña villa, luego de que la casa que cuidaba en el sector de Mazato, se la llevara la crecida del río Burro el pasado 2 de marzo de este año.
"Hoy tengo problemas porque apareció la dueña de la casa que habito en Urbirríos. Ella asegura que nunca el municipio le pidió autorización para ocupar la vivienda", indica Vizuete.
Asevera que no sabe qué hacer porque no tiene dinero para alquilar una casa. "Por la falta de recursos mis hijos ya no van a la escuela", señaló.
mayores gastos. En iguales condiciones de damnificada está Petita Sotomayor.
A ella no le están reclamando la casa que ocupa, pero sí tiene problemas económicos, porque ahora los egresos son mayores que cuando habitaba en el barrio Santa Elena.
Esto por la falta de transporte, sobre todo, para que sus hijos lleguen a la escuela de Urbirríos 1.
En el municipio se informó que las primeras 100 casas para los damnificados ya está en el portal de compras públicas para su contratación.
Mientras se adelantan los trabajos de aceras, asfaltado de vias y canalización en el lugar del reasentamiento. Hace cuatro meses 100 familias fueron declaradas damnificadas, que aún esperan las casas. <