Desde el 2008 el Gobierno impulsa una iniciativa para remplazar el parque automotor del transporte público y comercial del país, con el fin de reducir el impacto de la contaminación. Hasta el momento se han renovado 7.826 unidades, según registros de la Corporación Financiera Nacional (CFN).
Juan Abad, gerente del Plan Renova, indicó que el beneficio ambiental es incuantificable, debido a que le mecanismo ha logrado una reducción anual en la emisión de C02 de al menos 10.500 toneladas.
El remplazo de los vehículos, que son sometidos al proceso de chatarrización, busca que las nuevas unidades –exoneradas de impuesto- garanticen las condiciones de seguridad y preservación del medio ambiente, según informó la Agencia Andes.
Del monto entregado, la mayor parte ha sido destinada al transporte de pasajeros interprovincial con $ 42 millones (613 unidades), taxis con $ 36 millones (4.903) y $ 24 millones para el transporte terrestre de carga (348 unidades).
El presidente ejecutivo de la CFN, Camilo Samán, enfatizó que los prestamos fueron dados “a los que quebraron en 1999; esos si son morosos, que dejaron prendas que no existían, que se dañaron y no hay como cobrarles", recordó el funcionario.
La CFN aporta con el 80 % del valor del vehículo, con un interés del 9,7 %, a cinco y ocho años plazo. El 20 % de entrada es cubierto con un bono de chatarrización, que en el caso de los buses urbanos interprovinciales es de $ 17. 755, como aporte estatal por el remplazo de la unidad antigua.
La semana anterior, la CFN entregó 49 camionetas para agremiados de la Federación Nacional de Transporte de Carga Liviana en Guayaquil. “Somos el enlace de la ciudad con el campo y abastecemos los mercados, centros comerciales con los productos”, dijo Napoleón Cabrera, presidente de la organización.