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CIUDAD
Indignación por escasez

Las familias cuyas cisternas nunca se les secaban, ayer tuvieron su primera vez; sin embargo, se llenaron de indignación. En fin, las reservas de agua en los hogares portovejenses se agotan, tras casi diez días sin líquido.

Domingo 12 Febrero 2012 | 00:00

José Molina, morador de la calle Eloy Alfaro, no puede ocultar su indignación. La cisterna de su casa se secó y "no hay plata para comprarle agua a los tanqueros", refunfuñó.
En ese sentido, los portovejenses empiezan a recurrir a los tanqueros para llenar sus cisternas o tanques. 
Así, por el contenido de un tanquero están cobrando 20 dólares sí el agua es dotada de la planta Cuatro Esquinas y hasta 40 sí viene de Santa Ana. Para los tanques, los precios fluctúan entre 1 a 1,50 dólares.  
Mientras, Emiliano Moreira, vecino de Molina, tiene los tanques de reserva en su hogar a pocos centímetros de terminarse y mejor piensa en dotarse de la lluvia. "Hay incapacidad de gestión", criticó. 
Cerca de ahí, en el hospital Verdi Cevallos, su gerente Mario Rodríguez esperaba que la Gobernación envíe 6 tanqueros para dotar de agua a tres cisternas, que estaban dos a la mitad y una vacía.
 
 SIN luz. En la tarde de ayer se intentó bombear agua a la urbe, pero la planta Cuatro Esquinas se quedó sin energía, por problemas con la línea a Jipijapa. 

Íder Moreno, gerente de la Epmapap, dijo que la electricidad se fue a las 16h00 y regresó a las 19h30. En ese lapso se suspendió la producción que había sido reiniciada al mediodía con una turbiedad de 1.400 unidades. El límite es 1.500, pero hubo hasta 10 mil en estos días, que impidió la potabilización, por 6 quebradas que sedimentan el canal de captación. < 

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