Ella tiene 10 años de convivencia con Rubén Loor (35) y en todo ese tiempo, dijo Nicol, él la ha maltratado física, verbal y sicológicamente.
Tendida en una cama en la casa de su hermano y con uno de sus brazo inmovilizado por las dos heridas de arma blanca que supuestamente recibió de Rubén, la mujer habló del infierno que le tocó vivir el domingo en la noche en su vivienda en la cooperativa Laura Flores.
Recordó que el domingo en la noche mientras sus tres hijos dormían, Rubén, quien llegó de la calle con aliento a licor, empezó a buscarle pelea.
La señora dijo que su esposo pensaba que ella tenía un amante y por eso le raclamaba. “Cuando le pedía que nos separáramos él decía que yo me iba con el otro hombre que tenía”, dijo Nicol, de 30 años de edad.
Esa noche, cansada de los insultos y golpes, Nicol le volvió a pedir a Rubén la separación pero éste se volvió como loco.
De repente, dijo la señora,  el hombre la cogió del cuello con el fin de ahorcarla.
Los gritos de ella hicieron que la hija de siete años de edad despertara, la menor salió por la ventana para pedir ayuda donde su tío Diego, vecino.
“Él quería llevarme a la cocina pero yo no me dejé, de pronto cogió un cuchillo y empezó a atacarme. Quería herirme en el pecho pero logré safarme y las cuchilladas fueron a dar a mi brazo, me desmayé y cuando desperté ya estaba en el hospital”, mencionó.

Se separaron una semana. Nicol, añadió que  la primera vez que se separó de su pareja fue porque también se cansó del maltrato. Sin embargo la separación duró sólo una semana pues Rubén le prometió cambiar, pero todo siguió igual.
Nicol tuvo que sacar una boleta de auxilio pero Rubén se enteró de ello y le rompió el documento.
Ahora la mujer está esperando recuperarse para poder realizar los trámites y sacar nuevamente la boleta. Ella dice que teme que su suegra le quiera quitar a sus hijos.
Por ahora Nicol está en la casa de su hermano.