Actualizado hace: 938 días 11 horas 30 minutos
Turismo
Quito ofrece sabores para todos los gustos

Quito, "La carita de Dios", reúne muchas cosas: arte y riqueza arquitectónica, cultura, tradiciones y, cómo no, un gran potencial en gastronomía.

Miércoles 25 Enero 2012 | 00:00

Un sector donde se puede encontrar de todo y a precios que se ajustan al bolsillo de cada visitante, es La Mariscal. Hay platos desde 1 a 30 dólares. 
Por ejemplo, República del Cacao es un lugar donde se le da un valor agregado a este producto ecuatoriano. Desde un helado, tortas, hasta sánduches de pan a base de cacao.
Carmen Castro, administradora del lugar, explica que esta idea nació hace seis años. Ellos tienen un centro de acopio en Vinces, provincia de Los Ríos. El producto es llevado desde diferentes lugares, entre ellos Manabí y Esmeraldas. En total son 1.800 finqueros que abastecen a República del Cacao. A pocos metros está Tierra del Sol, un restaurante especializado en comida ecuatoriana. Aquí hay desde ceviches hasta cuy. Y es este último plato el más caro, entre 27 y 28 dólares. Hay sopas a 5, 90 y ceviches de 8 dólares. Santiago Navas, chef del restaurante, dice que la intención es captar al turista extranjero. Esto les permite promocionar la comida nacional. Para quienes quieren gastar menos, hay comida rápida en el sector: hamburguesas, hot dog o salchipapas.
El chancho hornado es otro plato quiteño y preparado excepcionalmente en sitios aledaños a Quito como en Sangolquí (cantón Rumiñahui) y también en los mercados populares de la ciudad. Los cerdos, recién sacados del horno, se exhiben enteros y adornados con ajíes. Se sirve acompañado de mote, tortillas de papa y chiriucho, palabra quichua que significa ají frío. El grano de maíz es otro elemento esencial que se convierte en diversas delicias criollas: las humitas y pasteles de maíz.
 
 Una dulzura. No hay que olvidar postres y dulces: prestiños, buñuelos y colaciones, desde 0,50 a 2 dólares.
En el Centro Histórico está ubicado Colaciones Cruz Verde, esta es una tradición que mantiene  Luis Banda Smith. El negocio se inició en 1915. Banda explica que sus padres  mantuvieron la tradición y él la continuó. Son siete hermanos, pero cinco están en Estados Unidos. “Este negocio nos dio el estudio, por eso decidí mantenerlo”, señala con orgullo. Una funda de 300 gramos cuesta 2 dólares y la de 150 gramos el valor es de 1, 50 dólares. Este dulce elaborado a base de maní, nuez y anís, no es fácil de producir. Demora cerca de tres horas, y se hace de manera artesanal. La heladería San Agustín es otro sitio que no puede perderse quien va a Quito. Está ubicada en el Centro Histórico. Funciona desde 1858. Aquí se puede encontrar los helados de paila. Una copa de dos sabores cuesta 2 dólares. Su elaboración es en una paila de bronce.
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