Clutier Mendoza, padre del último acribillado en Manta indicó que su hijo no tenía enemigos ni problemas con nadie, y que no entiende las razones por la que lo mataron de esa manera.
“Cuando me avisaron yo acudí al lugar y sentí que aún tenía vida. Lo sacamos del auto, lo subimos en una camioneta, pero esta no prendía. Me entró una desesperación y al final llegamos a la clínica, pero ya estaba muerto”, sostuvo el padre. Señaló que su hijo se dedicaba desde hace más de cuatro años a la compra y venta de vehículos usados, y que en el momento en que lo asesinaron iba al sepelio del taxista Oscar Santana, quien también fue acribillado, pero el sábado en una guardarraya de la vía a San Juan. Mendoza estaba casado con María Santana. Tenía una niña de cuatro años.