Ante todo, el mantel tiene que estar impecable, perfectamente planchado. Lo mejor es que sea de lino, color blanco o marfil. Si es un almuerzo, se admiten colores muy claros, lisos. La servilleta para estas ocasiones es de 60 x 60 cm, es la más elegante y se coloca doblada en forma de rectángulo o triángulo a la izquierda del plato o encima del plato (si es llano). No son formales las servilletas formando flores o colocadas dentro de la copa. La forma de ubicar los cubiertos tiene que ser así: A la izquierda del plato y de afuera hacia adentro; tenedor para la ensalada (si es necesario), tenedor para pescado, tenedor para la carne.  A la derecha del plato: cuchara, si se sirve sopa o consomé. Nunca se ponen más de tres cubiertos por lado. Es frecuente encontrar los cubiertos de postre preparados desde el primer momento, entre las copas y el plato. Pueden ser cuchara, cuchillo y tenedor, dependiendo del tipo de postres. Algunas personas prefieren ponerlos al momento de servir los postres; en este caso se colocan al lado del plato (cuchillo y cuchara a la derecha, tenedor a la izquierda).