Este sector de Portoviejo se creó en el año 2002, cuando allí fueron reubicadas las familias afectadas por las lluvias y los deslaves del fenónemo El Niño de 1998-1999.
Desde que fueron ubicados allí, los vecinos decidieron unirse para lograr mejoras.

 unión. Por ahora gozan de los servicios básicos, pero uno de los motivos que más orgullo les da es que no hay asaltos y es “un sector sano”, como les gusta decir a ellos. Ángela Delgado, quien tiene una tienda, señaló que no se preocupa de andar poniendo seguros, rejas o mallas en su negocio. Es más, asevera que en ocasiones las puertas quedan abiertas y no sucede nada. Nadie le roba.
Ramón Pinargote, en cambio, señaló que en una ocasión dejó su bicicleta en una cancha de fútbol de la zona y cuando se acordó, al día siguiente, la fue a ver y allí estaba. Ambos señalan que en la ciudadela todos se conocen bien y que la unión de los habitantes ha incidido para mantener a raya los delitos, pues reconocen que sí se han dado intentos de robo, pero entre todos han enfrentado a los delincuentes. Recordaron que hace varios meses llegaron varios tipos desconocidos que llamaban la atención, por lo que rápidamente, mediante llamadas telefónicas o mensajes, se pusieron en alerta. Los visitantes al rato empezaron a disparar al aire, pero los vecinos, tomando las precauciones, los corrieron y hasta ahora no han vuelto al lugar.

 cASO. Freddy Macías, quien llegó de El Florón a vivir al lugar, dijo que hace 6 meses unos tipos robaron ropa del cordel de una casa, pero cuando se enteraron que eran de la
zona de El Corozo, los fueron a buscar para detenerlos y desde allí no han vuelto.<