La fumigación es limitada, y hay que hacer demasiados trámites, aseguran habitantes de varios barrios.
Leyda Pinargote, habitante del Divino Niño 2, dijo que las acciones de prevención deben ser más periódicas.
Jairo Mejía del barrio Miraflores aseveró que "aquí la atención es limitada".
En sectores como el Divino Niño y San José, por donde pasa el río Muerto, los mosquitos son una molestia diaria, denuncian los vecinos.

 Fumigación. 6 mil viviendas han sido fumigadas entre mayo y junio en diversos sectores, dijo Lourdes Chávez, jefa del Área de Salud No 2.
Sin embargo, explicó que este trabajo no se da sólo por la petición de moradores, sino que luego del pedido de fumigación, personal que pertenece al Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria (SNEM) visita y constata si hace falta o no dicha fumigación.
Luego lo que sigue es un trabajo conjunto entre el municipio y ciudadanos para realizar mingas barriales y destruir los posibles criaderos de mosquitos, contó Chávez.
Posterior a ello es que se cumple con la fumigación, señaló.
En esta dependencia hay casi un centenar de cartas de dirigentes barriales que piden fumigación y entrega de abate.
En un estudio realizado recientemente por personal del SNEM se establece que varias cisternas y aljibes, en el centro de la urbe, es donde más se reproduce el mosquito.

 Criadero. En el barrio Umiña 2 la semana pasada maquinaria y personal municipal realizó la limpieza de una quebrada, donde aguas negras y lluvias que estaban acumuladas servían de criadero de mosquitos. Luego se precederá a verificar, por parte de la Empresa de Agua, las conecciones irregulares. <