El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) dijo que para el resto del país el decreto se levanta. El COE resolvió también que se continuará aplicando operativos de control para ubicar a los distribuidores y comercializadores de alcohol adulterado. 

Hasta ayer las autoridades de salud habían incautado más de 4.500 litros de alcohol de fabricación artesanal, que ahora debe pasar unos exámenes para comprobar si está adulterado. 

En el marco de la "ley seca", los uniformados detuvieron a 174 personas por vender alcohol no registrado. Todas ellas están bajo investigación. Así mismo, el gobierno recordó que el Estado de Excepción ordenado el pasado domingo 17 de julio se mantendrá en todo el país por 60 días más. 

 

Clandestinidad. Wilfrido Vera Bustamante, acusado de distribuir licor adulterado, habló desde la clandestinidad, defendiéndose de las acusaciones que lo ponen como el principal culpable de los muertos por ingerir licor adulterado. "Si el puro estuviera contaminado, como dice la gente, yo sería un asesino involuntario (...) yo no preparé el trago que ha matado a la gente, yo soy simplemente un comerciante", declaró. "Yo mi puro lo distribuyo en Catarama, Ricaurte y San Juan, yo no salgo a otras provincias a repartir (...) yo tengo todo en regla, mi permiso en el SRI", continuó Vera.  Según el acusado, César Mejía es el que le entrega el producto que él vende, al igual que otra paresona, a la que se conoce como "El Gordo Lucho".<