Fue un día de abril, en la mañana. Rosario caminaba por la avenida Universitaria, cerca del Servicio de Rentas Internas (SRI).
Vio a pasar a dos hombres en una moto, pero no les prestó importancia, pues por esa avenida es normal ver a motociclistas.
Cuenta que uno de ellos se bajó de la motocicleta, la abrazó y la apuntó con un revólver y le susurró al oído como si fuera su enamorado: "Dame el celular y no hagas bulla".
A Rosario no le quedó otra opción de darle el celular.
El ladrón se fue del lugar como que si nada hubiese pasado.
Rosario asegura que los robos en este sector y sobre todo a los estudiantes universitarios, son a "cada rato y a vista y paciencia de la Policía".
Ella pide que la institución del orden realice constantes controles por este sector.<