Correa, quien viajará en compañía de su más reciente ministra de Defensa, Guadalupe Larriva, visitará las zonas de San Francisco, Cinco de Agosto y Salinas en la provincia de Sucumbíos, para conocer los efectos de las aspersiones en la población. Larriva reiteró el rechazo a las aspersiones con glifosato que realiza Colombia en la frontera, por lo que consideró que será necesario recurrir a organismos internacionales, como por ejemplo la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por otra parte, la futura canciller María Fernanda Espinoza anunció que Correa, insistirá personalmente al gobernante colombiano, Álvaro Uribe, para que asista a la ceremonia de transmisión de mando que se llevará a cabo el 15 de enero de 2007, con el fin de dialogar sobre las fumigaciones. "Esperamos con mucho entusiasmo, la posibilidad de que el presidente Uribe nos visite durante el proceso de la transmisión de mando…y estoy casi segura de que asistirá porque es esa señal que estábamos esperando, señal de amistad y compromiso con el diálogo para Ecuador", expresó. El Gobierno Nacional sostiene que el glifosato (herbicida utilizado para las aspersiones) se expande por el viento a territorio ecuatoriano, lo que afecta a la salud de las personas y daña la ganadería y los cultivos de yuca y plátano. No obstante, el Gobierno de Uribe defiende que el glifosato es inocuo y descarta que llegue hasta Ecuador porque, según dicen, se fumiga a baja altura y su mezcla es pesada y obliga a una caída vertical inmediata. Esta situación ha producido una tensión entre ambos países, por lo que el Régimen de Alfredo Palacio retiró al Embajador de Ecuador en Bogotá hasta que se termine las fumigaciones.