Lejos estaba de imaginar que la muerte lo esperaba después de laborar y al pie de su casa.
Ayer, este hombre que se dedicaba al comercio de carne y que también era taxista cooperado, fue baleado por desconocidos cuando llegaba a su casa, ubicada en la ciudadela Montalván, de Montecristi.
El hecho ocurrió a las 11h30. Fernando Moreira y su hijo, un joven de 22 años, se movilizaban en una camioneta de su propiedad.

 En la puerta de su casa. Ellos habían estado realizando actividades comerciales en la feria de la parroquia Eloy Alfaro, de Manta, desde muy temprano.
Al llegar al pie de la puerta principal de su vivienda, arribaron al lugar dos motocicletas  con cuatro sujetos.
Dos de ellos se bajaron y, según las versiones que extraoficialmente se conocieron, intentaron asaltarlo, pero Fernando Moreira opuso resistencia y le dispararon al menos tres proyectiles, uno de ellos se alojó en la cabeza.
Al parecer los delincuentes no lograron llevarse nada y huyeron.
El hijo de Moreira, sorprendido por el hecho, sólo atinó a mirar y después, con la ayuda de los vecinos, llevar a su padre a la clínica San Gregorio, en donde, se dijo, dejó de existir. La fiscal Alexandra Bravo realizó el levantamiento del cadáver y dispuso que sea trasladado a la morgue. La Policía investiga, porque no descarta que el hecho también se trate de un atentado criminal contra Moreira. <