Una de las víctimas mortales, un joven brasileño de 22 años que residía en esa ciudad de Galicia, falleció esta madrugada al caer a una hoguera que había encendido junto a unos amigos.
El joven estaba saltando hogueras "de pequeñas dimensiones" cuando cayó sobre una mayor, de más de tres metros de altura, y "no hubo manera de sacarlo", por lo que fue alcanzado de lleno por las llamas, según fuentes de Protección Civil.
Otro hombre, de origen argelino y 42 años, falleció tras ser rescatado esta mañana inconsciente de la playa del Orzán, en La Coruña, todavía sembrada de restos de cientos de hogueras y toneladas de basura.
Se trata de la noche de San Juan más trágica de los últimos años en esa ciudad española, cuyo alcalde, Carlos Negreira, lamentó hoy los dos fallecimientos y dijo que el dispositivo de seguridad fue el correcto, el mismo que se aplica desde hace diez años en la ciudad durante estas celebraciones.
En la noche de San Juan del año pasado, doce personas, la mayoría jóvenes latinoamericanos, murieron atropellados por un tren en una estación cercana a Barcelona (noreste español) cuando iban a una verbena en la playa y cruzaron las vías sin utilizar los pasos subterráneos existentes.
En el accidente, que conmocionó al país, murieron siete ecuatorianos, dos colombianos, dos bolivianos y un rumano, con edades comprendidas entre los 17 y los 39 años.
La noche de San Juan, una de las fiestas más tradicionales y multitudinarias en España, congrega cada año a decenas de miles de personas, principalmente en las zonas costeras, que festejan el solsticio de verano con un ritual principal que consiste en encender hogueras.