Una veintena de latinoamericanos permanecían hoy en el aeropuerto madrileño con la intención de no abandonarlo hasta conseguir un vuelo, pese a haber finalizado el dispositivo de emergencia dispuesto por el gobierno de Zapatero
Este grupo de pasajeros, originarios de Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Ecuador, pasaron la noche en las instalaciones del aeropuerto y esta mañana reiteraron que no se irán hasta que se les dé una solución.
Algunos de estos afectados acudieron a la oficina de atención a los pasajeros de Air Madrid, habilitada por el ministerio español de Fomento fuera del aeropuerto, pero volvieron a Barajas tras comprobar que allí se limitaban a tomarles sus datos para eventuales reclamaciones.
La única pasajera de este grupo que se planteaba desistir de su actitud es una joven brasileña que vivía en Santiago de Compostela (noreste) y que se disponía a regresar a su país, donde debía hacer las gestiones necesarias para poder volver a España en primavera.
"Me estoy planteando no viajar ahora, y pedir ayuda a algún amigo de Santiago para que me aloje dos o tres meses, trabajar en lo que pueda ese tiempo y luego comprarme un billete para ir a Brasil dentro de tres o cuatro meses", explicó.
El plan de emergencia puesto en marcha por el Gobierno español para ayudar a los pasajeros de Air Madrid ha permitido el transporte de 5.400 personas entre el 15 y el 21 de diciembre, en que estuvo vigente, sin posibilidad de que sea ampliado, como reiteró hoy la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez.
Fomentó fletó 16 vuelos, que trasladaron a unas 4.000 personas, mientras que el resto fueron reubicadas en enlaces de compañías que cubrían los mismos trayectos que Air Madrid, que ayer se presentó en cesación de pagos.