Ese importante rubro provendrá de la cosecha de 10 mil hectáreas de balsa producto de la reforestación con fines comerciales que lleva adelante la Corfam.
En Manabí existe una especie de auge en el negocio forestal. La significativa siembra de teca se inició hace ya más de una década en Manabí, pero los resultados todaviá no se ven porque la inversión es largo plazo, se estima de 15 a 20 años.
Sin mebargo, hace un par de años se opta por la reforestación con balsa, una especie cuyo rendimiento se ve en un plazo aproximado de cinco años.
Conscientes de esa nueva alternativa de producción, varios agricultores se han iniciado en el negocio.
Uno de ellos es Flavio García Cedeño, un comerciante y ganadero de la parroquia San Isidro del cantón Sucre, que vendió sus vacas para dedicar sus propiedades a la reforestación.

 Cambia el GANADO
POR LA MADERA. Flavio García cuenta que llegó a tener más de mil cabezas de ganado y que lo vendió todo para reforestar con balsa 360 hectáreas de tierra, de un gran total que posee, y sobre lo cual no entra en detalles.
Según cálculos austeros, dentro de cinco años este agricultor obtendrá aproximadamente tres millones y medio de dólares producto de la venta de la balsa que cosechará.
Se trata de mucho dinero, lo que en obra pública sería construir  6,2 veces la primera fase de la calle 5 de Junio en Portoviejo, que hoy está habilitada al tránsito.
Por esa razón es que Flavio García está animado a reforestar en total 600 hectáreas de suelo con la mencionada especie.

 Precios. Actualmente, una pata de  balsa (la parte que se aprovecha del tronco) de extraordinaria calidad se comercializa hasta en 18 dólares en el mercado interno, y en 10 dólares de la menor calidad.
Es considerando este último precio que se estima  el flujo de los 100 millones de dólares que circularán en la provincia dentro de cinco años, si es que llega a obtenerse una buena cosecha, que según Emilio Chonlong, director de Corfam será así porque las condiciones lo permiten, la asistencia técnica y el manejo que se está aplicando también apuntan que se obtendrán rendimientos muy provechosos.
Sin embargo, García Cedeño es más mesurado en sus cálculos, el se contenta con con vender el próudco de cada árbol en dos dólares, lo cual le representaría 750 mil dólares. Igual sigue siendo mucho dinero, ya que él sólo ha invertido 50 mil dólares en la reforestación de las 350 hectáreas, distribuidas en tre las comunidades de La Bamba, en el cantón Jama, y Estero Bravo y Río Grande de San Isidro.
En esta zona también han reforestado sus propiedades Boris Solórzano y Dolores Andrade. <