Señor: Gracias porque inspiraste a Pacheco por arrancar a nuestra ciudad de Puerto Viejo e hiciste que la trasladen a este valle apacible que, como le canta nuestro laureado poeta, “Valle apacible … coronado de colinas”. Tu sabes, señor, que las capitales y Fuerzas Armadas deben estar en puntos estratégicos para que, cuando sean atacadas por fuerzas enemigas, no puedan fácilmente invadirlas. Señor, no entiendo por qué la FAE está establecida en un puerto. Gracias, señor, porque no nos abandonas al permitir que nuestra estación aérea Reales Tamarindos muestre su excelencia como aeropuerto realizando doce vuelos semanales, y generosamente esté abierto para las naves de distintos tamaños despeguen, cada vez y cuando nos visiten los tsunamis.

Señor, haz que la masa gris, las neuronas de los señores asesores del Gobierno crezcan para instar a nuestro Presidente a que reflexione y no siga metiendo el pie. Que a nuestro Prefecto y Alcalde les llenes de fortaleza para que no se amilanen ante las presiones. Señor, que sigamos teniendo el valor para que no se nos cope el vaso de la resistencia ante tanto agravio: rasgaron nuestras instituciones trasladándolas a otros lugares, lapidan nuestro aeropuerto; secuestran nuestra partida de nacimiento diciendo que no nacimos un doce de marzo.
Yo me pregunto: ¿dónde están las profesionales quienes hacen alarde de historiadoras y aceptan que nos borren nuestra historia, argumentando que no hemos sabido defenderla en un dieciocho de octubre? ¡Oh Dios! ¿Tendremos que hincarnos de rodillas en recibir dádivas para nuestra ciudad? ¿Están aprovechándose señor de nuestra desunión? ¡YA BASTA! Tenemos hijos dignos de nuestra ciudad, demostremos a los malos hijos de Portoviejo y al poder que no pueden seguir abusando de nuestra hidalguía. Que sí habemos dignos hijos.
Yo soy una persona cargada de años, pero estoy decidida, al igual que la mayoría de los portovejenses, salir a las calles a hacer respetar a nuestra capital. ¡Dios mío!, que la Presidenta de la Cámara de Comercio, el señor Presidente de la Junta Cívica, juntos con los demás representantes de las diferentes instituciones se agrupen y formen un solo Portoviejo: la eterna capital de ésta hospitalaria y tercera provincia del país. Amén.<