La incineración se realizó en el polígono del Comando Provincial de Policía con sede en Portoviejo, aproximadamente a las 13h00. La diligencia se desarrolló en presencia de la agente fiscal Jazmina Zambrano, quien reemplazó a Gastón Bustamante, el mismo que tenía licencia. También observaron el procedimiento Jorge Véliz Palacio, jefe del Consep (Manabí), Gonzalo Campuzano, encargado del juzgado quinto de lo penal de Jipijapa, donde se tramita la causa, y varios jefes policiales. Según se dijo, se incineraron 916.362 gramos, tomada en cuenta la envoltura. El peso neto fue de 794.712 gramos. La fiscal Jazmina Zambrano aseguró que pese a existir pocos datos la dependencia está comprometida en investigar con profundidad este caso. Procedimiento Hasta el reciento policial llegó un camión de la institución desde el que se lanzó la droga a una excavación de unos 5 metros de profundidad que se había hecho previamente. En el hueco las llamas consumieron el alcaloide ante la mirada de los policías y autoridades. Una gran cantidad de humo emanaba del lugar mientras la droga se consumía. Previamente En horas de la mañana en la Jefatura Antinarcóticos de Portoviejo se tomaron paquetes al azar para realizar las pruebas de la sustancia encontrada en las playas del sur de Manabì, en el sector de Salaite, y Puerto Cayo. Gonzalo Campuzano mencionó que actualmente se desarrolla una indagación fiscal. La investigación podría durar hasta dos años ya que no hay imputados ni sospechosos, mencionó. Los antecedentes Inicialmente el director nacional de antinarcóticos, Bolívar Cisneros, acompañado del comandante provincial, José Zurita, y el comandante de la policía de Manta, Florencio Ruiz, había informado que el peso de la droga era de 950 kilos con 427 gramos y que el caso se denominó “Flotador”. Como se recuerda entre el 14 y 17 de noviembre tras la aparición de unos paquetes tipo ladrillo en las playas de Salaite, la policía montó un operativo, encontrando durante varios días el alcaloide en las playas. En algunos casos los paquetes con clorhidrato de cocaína se localizaron semienterrados en bultos que estaban protegidos con cinta de embalaje y presentaban la figura de una mujer desnuda y una estrella. Se presume que una embarcación que transportaba el clorhidrato de cocaína sufrió una avería por lo cual los narcotraficantes posiblemente arrojaron al mar los bultos que contienen este producto para evitar ser atrapados.