Cayo Hueso, en el extremo sur del estado, ocupa el segundo lugar de preferencia con el 57 por ciento, superado por San Francisco con el 76 por ciento, de acuerdo con una encuesta nacional de la Asociación de la Industria de Viajes (TIA, por sus siglas en inglés). El 69 por ciento de las lesbianas consultadas y el 53 por ciento de los gay dijeron que consideran un lugar seguro y libre de intimidación y amenazas a aquel donde pueden “sujetarse de la mano con sus parejas en público”. Ese aspecto es uno de los tres más importantes que toman en cuentan para calificar a un destino turístico de “amistoso” con los homosexuales. “Hallamos que ellos no están buscando un tratamiento especial, sino esperan recibir igual respeto y consideración que el dado a todos los clientes”, manifestó Bob Witeck, director ejecutivo de Witeck-Combs Communications, empresa que realizó el sondeo de opinión para la TIA junto con Harris Interactive. El 40 por ciento de los gay e igual porcentaje entre las lesbianas también califican un ambiente de “amistoso” si la ciudad o la comunidad es “conocida por darle la bienvenida y el apoyo a la diversidad y a los derechos civiles de los homosexuales”. La encuesta fue realizada en septiembre pasado. Otros destinos Otras ciudades de estado del Florida seleccionadas como “amistosas” son Miami/South Beach con el 37 por ciento de las preferencias; Fort Lauderdale, en el sur, y Wilton Manors, en el centro, obtuvieron el 29 por ciento y West Palm Beach y Boca Ratón, en la costa sureste el 20 por ciento. Nueva York ocupa el tercer lugar de la lista de los 21 lugares “amistosos”, donde están incluidos Los Ángeles, Las Vegas, Boston, Chicago, San Diego, Seattle, Honolulu y Filadelfia, entre otras ciudades. En Canadá los destinos mencionados por los encuestados en EEUU son Montreal, Toronto, Vancouver, Québec, Victoria, las Cataratas del Niágara, Ottawa, Calgary, Halifax y la isla Prince Edward. El estudio también determinó que los gay tienden a gastar más dinero en viajes que las lesbianas y los heterosexuales. En su más reciente viaje realizado sin pareja, los gay gastaron un promedio de 800 dólares.