Según los informes, Benjamín Mojica, de 16 años de edad, murió anoche en la sala de cuidados intensivos del Hospital Santo Tomás, en donde permanecen recluidos otros cinco menores que también sufrieron quemaduras en sus cuerpos en el incendio del Centro de Cumplimiento de Menores (reformatorio), en la localidad de Tocumen, en la periferia este de esta capital.
La primera víctima mortal de este incendio, que se registró en medio de un motín, fue Erick Alexis Batista, de 16 años, quien murió el pasado martes, debido a la falla de varios de sus órganos vitales.
Los jóvenes, que se habían amotinado el pasado 9 de enero en unas de las celdas exigiendo una mejor alimentación y agua potable, fueron víctimas de un incendio que se inició dentro del recinto, pero cuyas causas están siendo investigadas por las autoridades.
La Policía Nacional (PN) comunicó el jueves la separación del cargo de dos de sus unidades involucradas en el confuso incidente en el que los medios de televisión captaron el momento en que los menores reclusos se quemaban vivos ante la mirada de custodios, policías y bomberos.
Un comunicado de la PN señala que las dos unidades policiales se mantendrán separadas de sus cargos hasta que concluyan las investigaciones y se adelanten diligencias para descartar o confirmar su participación.
El ministro panameño de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, dijo el pasado miércoles que firmó la orden para que en un plazo de seis meses los miembros de la Policía Nacional sean retirados de todos los centros penitenciarios del país.
La Policía Nacional ha sido el principal custodio de las cárceles de este país, situación que ha sido criticada por organizaciones civiles y de derechos humanos, quienes han censurado las malas condiciones y el hacinamiento en estos centros, además de maltratos físicos a los reclusos.