Brice Hoza, de 11 años, se llevó una sorpresa mientras comía ostras fritas: halló una perla en su comida. “Sentí algo en mi boca y pensé que era un diente”, pero al examinarla se dio cuenta que era una perla. Según una escritora, las posibilidades que hay de encontrar una perla natural en una ostra son una en 25 mil. <