La retención se practicó ante la sospecha de que se trataba mercadería de prohibida importación o de precursores para la elaboración de droga. Allegados a la Aduana indicaron que la carga es de licores, mercadería que ingresó al puerto bajo el aval de la importadora PINARCORPB S.A. El contenedor, con sello # 13451, que reposa en el patio 600, tiene un peso mayor al declarado. Carlos Viteri, perito de la Corporación Aduanera del Ecuador, llegó para verificar la carga, que fuera declarada como importación de ventiladores y otros productos. El funcionario se negó a dar declaraciones a la prensa. Mientras que Máximo Villavicencio, gerente de la Aduana, en un principio se resistió a que la prensa participe en la inspección del contenedor, desviando la atención hacia una bodega, en la que dijo no había espacio para ubicar la mercadería que sería retirada del mencionado contenedor. Al final decidió, junto a Viteri, suspender la verificación y dijo que el proceso se cumplirá en los próximos 8 días. La ley de Aduana, en el caso de contrabando, solo permite dos suspensiones de verificación. La policía antinarcóticos retuvo el contenedor tras denuncias reservadas. Al siguiente día la Fiscalía y el gerente de Aduanas, Máximo Villavicencio, hicieron las revisiones, aunque el contenedor no fue abierto por inconvenientes logísticos.