Desde las 8h00, Zambrano inicia con la descarga de un aproximado de 200 costales que se encuentran en el interior de los camiones que llegan hasta el centro de abastos.
“Lo más difícil de mi trabajo es que uno tiene que soportar el peso de la carga que le toque desembarcar“,  señaló.
A los “cargadores”  como  se los conoce,  quienes sobre su espalda llevan bultos, señalan que realizan esta actividad porque no les queda de otra, debido a que no han terminado la primaria y así es muy difícil encontrar trabajo.

 Otro caso. Al término de la jornada, las cremas y los ungüentos se convierten en los remedios perfectos para aliviar el  dolor muscular de Jaime Castillo, quien realiza esta actividad durante 10 horas.
Indica que desde hace 17 años se dedica a este oficio, en el que a diario tiene que descargar un promedio de 800 quintales de cemento, además de fierros, barrillas y otros materiales de construcción.  240 dólares es el pago que recibe Castillo, quien manifiesta que le parece injusta la paga a comparación del trabajo realizado. “Todos los días ponemos mucha fuerza y voluntad en lo que realizamos. No veo justo ese sueldo”, dijo. Lo mismo gana Zambrano.
El seguro laboral  es una de las alternativas  que brinda a los empleados todos los beneficios en caso de cualquier accidente dentro de los horarios de trabajo. Las fajas son un elemento indispensables para el trabajador para que éste amortigüe el impacto en la columna del trabajador.