CRE.-En Quito, la desesperación comienza a apoderarse de la ciudadanía, debido a la escasez de gas licuado de petróleo, que los aqueja desde hace ya varios días.
Lejos de solucionarse, esta situación inquieta cada vez más a los habitantes de la capital ecuatoriana, puesto que las autoridades no han logrado controlar ni contrarrestar esta crisis.
Por si fuera poco, tienen que hacer largas colas y pagar precios exagerados por un producto de uso popular subsidiado por el Estado ecuatoriano.
Muchos aseguran que han tenido que pagar hasta ocho dólares por un solo cilindro; y, ante esta situación, las autoridades exhortaron al pueblo quiteño a adquirir el gas al precio oficial de 1,60 dólares, en los puntos de venta directa en La Carolina, Carcelén y Carapungo.
Sin embargo, los capitalinos son ahora presa de la desesperación por la falta de un producto tan necesario, pues sin él muchos no pueden comer ni trabajar.