Él le dijo a Sara Delgado, directora del departamento de Tránsito y Transporte que el servicio del taxismo en Manta es muy caro, pues en ciudades como Quito y Guayaquil las carreras son más baratas a pesar que hay más kilómetros de recorrido. Delgado señaló que esa no es la única queja contra la cooperativa Aeropuerto, únicos taxis que brindan el servicio de la terminal aérea al centro de la ciudad, con un cobro mínimo de tres dólares y una máxima de cinco dólares. Indicó que en días pasados llamó a los directivos para conocer las razones para el cobro de las excesivas tarifas, y en la reunión ellos manifestaron que tienen el permiso del Consejo Provincial de Tránsito para cobrar esos valores, y que le iban a mostrar la documentación. “Han pasado los días y todavía no enseñan los papeles”, dijo Delgado, quien expresó que una vez que entre a funcionar la Dirección de Tránsito y Transporte, en enero, ya que en la actualidad está en periodo de prueba, se establecerán costos de las carreras. Esto se hará luego de un consenso con las partes, en este caso los taxistas, añadió. Sobre el taxímetro dijo que es un proyecto a largo plazo. Regulación de tarifas Por su parte, Edmundo Moncayo, jefe de la Policía de Tránsito, manifestó que el taxismo en las ciudades grandes no tiene problema por el taxímetro, pero en urbes medianas no hay esas facilidades, porque no hay distancias considerables. Aclaró que ellos no pueden regular las tarifas y todo se hace a través del Consejo Nacional de Tránsito. Humbolt Espinar, presidente de la cooperativa Aeropuerto rechazó las quejas, aunque dio a entender que si hay un excesivo cobro. Reingeniería al taxismo Félix Ávila, gerente de la cooperativa Terminal Marítimo, enfatizó que el taxismo en Manta debe entrar a una reingeniería. Indicó que lastimosamente no tienen tarifas establecidas, por lo que cada quien cobra lo que cree que es justo. “Todo esto se suma el mal servicio que ofrecen muchos compañeros; carros en mal estado y en ocasiones nuestros taxis son utilizados en asaltos, en su mayoría cuando andan choferes contratados”, dijo. Para este dirigente, el taxismo en Manta debe ser selectivo y tratar de imitar a la clase amarilla de Quito y otras ciudades de la Sierra donde se brinda un servicio de primer orden. Puntualizó que no se puede seguir observando a taxistas mal vestidos y carros con música a todo volumen. Además, informó que es verdad que no están de acuerdo con el taxímetro porque Manta es una ciudad pequeña, ya que para ellos ya no resultaría un negocio el taxismo.