Aprovechando la calidad de refugiados o residentes en nuestro país, cuatro “capos” colombianos lideraban una organización dedicada al delito de usura en la modalidad de “prestadiarios”, cobrando intereses diarios del 20 por ciento por su ilícita actividad.
Nadie denuncia
En la fiscalía de Manta no hay denuncias contra los llamados “chulqueros”, dijo una de las funcionarias.
Solo hemos recibido denuncias contra las “pirámides”, pero de “chulqueros”, ni una sola, explicó.
En el mercado de Tarqui todo el mundo sabe que en esa área laboran los “chulqueros”. La gente que recibe dinero de ellos se niega a hablar y a denunciar porque en algunos casos son incluso amenazados de muerte. Uno de ellos dijo que por un préstamo de 1.000 dólares, el debe pagar 200 mensuales sólo de interés.
Normativa
El Código Penal en su artículo 584 señala que será reprimido con 6 a 9 años de reclusión menor extraordinaria y una multa de 100 salarios básicos unificados, el que se dedique a la actividad de dar préstamos con intereses altos.
Antes la pena era de 6 meses a dos años de prisión y de 16 a 300 dólares de multa, pero pese a que la sanción ahora es mayor esta actividad no parece tener control.
Sobre el tema, Geovanny Ponce, jefe de la Policía Judicial, señaló que la lucha contra el delito de la usura y la presencia de los “chulqueros”, que muchas veces constituye un peligro para la personas, es algo muy difícil.
Por eso, según Ponce, la Policía debe recurrir a la Unidad de Lavado de Activos, que se encarga de investigar la identidad de los denominados “chulqueros”, pero más que todo de la procedencia de ese dinero que es entregado como préstamo a las personas.
Pero el problema es que quienes se sienten afectadas prefieren callar; en lo que va del año no hemos recibido ni una sola delegación del fiscal para investigar este delito.
“Podríamos investigar por nuestra cuenta, pero de qué valdría si esa investigación no es oficial”, dijo Geovanny Ponce.