En pocos minutos, el jueves, un incendio redujo a cenizas la vivienda de caña de Alba Parrales Guerrero, ubicada en la ciudadela Punta Alta, cercana a la ciudadela Primero de Julio, en el sector del paso lateral de Jipijapa.
Las llamas se presentaron aproximadamente a las 11h30, y fue debido a que un hijo de Parrales, de 6 años, estaba solo en la casa y encendió un cerillo, que posiblemente cayó sobre un colchón, manifestó la señora. El fuego hizo presa de todo lo que había en la vivienda, dos camas con sus respectivos colchones, sábanas, sobrecamas, ropa de niños y otros artículos. Afortunadamente el niño logró salir a tiempo de la casa y corriendo gritaba “he quemado la casa”, con lo cual pudo alertar a su madre y otras personas. La señora dio gracias a Dios porque no le pasó nada a su pequeño.
Por su construcción de caña, la humilde vivienda fue devorada de manera rápida por las llamas, pese a que se hicieron presentes los bomberos, expresó la señora al indicar que el menor que causó el incendio, hace pocos días sufrió una caída a una alcantarilla, sin mayores consecuencias, después de haber salido de la escuela Evágora Pincay, donde estudia.