Allí se han detectado fragmentos de cerámicas e instrumentos de piedra como cuchillos, que se suponen son de la cultura Manteña, Bahía o Chirige.
Por eso en toda la zona se abren trochas de un metro y medio para visualizar el terreno.
Además, cada 50 metros se hacen orificios de 60 centímetros para obtener muestras y así definir en qué sectores hay vestigios.
Marcos Suárez, arquéologo, explicó que hasta el momento se han hecho 600 orificios, pero sólo en el 20 por ciento de ellos se ha encontrado fragmentos cerámicos e instrumentos líticos (piedra).
Sin embargo, estos hallazgos no significarán retraso en el proyecto de refinería, ya que los restos no están en la zona donde se la  construirá.
El lugar donde se han encontrado vestigios es la cabecera del río Manta, zona que está considerada en el proyecto, pero como parte del bosque protector.
Los expertos tienen trabajando 2 meses, pues en la fase previa al estudio de línea base ambiental, se detectó fragmentos arqueológicos.
Pero no sólo especialistas trabajan en esta labor. Catorce monuneros de El Aromo fueron contratados para abrir las trochas.
Avanzan los estudios
El estudio de línea base ambiental está cargo de la consultora Acotecnic y tiene un avance del 80 por ciento. Este trabajo estará listo en septiembre.
A la vez se trabaja en el estudio de impacto ambiental y en el estudio para construir la carretera, y definir el lugar donde se construirá el campamento, informó Richard Silva, funcionario del área ambiental de la Refinería del Pacífico.
De acuerdo con los estudios de Línea Base, el complejo se levantará en la zona conocida como A2, entre los cantones de Manta y Montecristi, cerca del sitio Río Manta.
Esta zona fue elegida porque el impacto ambiental sería mínimo, pues no se encontraron cuerpos de agua y tiene una menor diversidad biótica, apenas 25 especies de plantas, 6 especies de reptiles, 22 de aves y 7 especies diferentes de mamíferos.