Las cinco personas que vivían en Caracas eran residentes del sitio Río Bravo, de Montecristi, y emigraron en busca de trabajo. 

Los fallecidos fueron identificados como Marcelino Mantuano, de 22 años; su esposa, Ramona López (21); el hijo de ambos, Jefferson Mantuano, de seis; además, Maricela Mantuano, de 19, y Leonor Espinales, de 17, hermana y sobrina de Marcelino, respectivamente.

Su hermano José Mantuano, que vive en Río Bravo, manifestó que desde que se fueron no se habían comunicado con ellos. “Las única que llamaba era mi sobrina”.

Añadió que la última vez que hablaron con ellas dijeron que venían a mediados de este año.

Mantuano dijo que se enteraron de las muertes porque otros familiares en Venezuela les avisaron.

Marcelino Mantuano trabajaba en la conserjería desde hacía tres años junto a su esposa y esa noche había invitado a su  sobrina y hermana para que vayan a pasar fin de año.

El suceso se registró en una casa de la urbanización El Marqués.

Cuando Marcelino vivía en Río Bravo trabajaba en la agricultura.

Sus familiares ayer estaban recogiendo dinero ya que dicen que no cuentan con los recursos para sepultarlos. 

Félix Mantuano, padre de Marcelino, quien también vive en Venezuela, afirmó ayer que, con la ayuda de la comunidad ecuatoriana de Caracas y de las autoridades consulares de su país en Venezuela, “realiza gestiones para repatriar” los restos de sus familiares y enterrarlos en Montecristi.

“En mi país respetan a los finados, aquí se roban los muertos y después venden los nichos y los huesos. Por eso me los llevo para Ecuador”, declaró Mantuano a la prensa.

Las autoridades venezolanas realizan la autopsia a los fallecidos y continúan las investigaciones para determinar la causa del voraz incendio en el que murieron.

Los propietarios de la residencia, que fue destruida en un 90 por ciento por el fuego, se encuentran en su natal Portugal por las fiestas de navideñas, reiteró el padre del conserje fallecido.

Mantuano confirmó que otras cuatro personas de nacionalidad ecuatoriana que se encontraban en la planta baja de la casa incendiada salieron ilesas del siniestro porque lograron escapar por una ventana.

Las cinco víctimas se encontraban en la parte alta de la casa y no pudieron huir de las llamas, de acuerdo a las primeras versiones de las investigaciones, que apuntan a que el fuego pudo haberse iniciado en el árbol de Navidad ubicado en ese lugar de la residencia