Él tiene un negocio en la ciudadela San Alejo donde también ha perdido más de 60 dólares en los helados que se han derretido y sin contar lo que deja de ingresar en las cabinas telefónicas cuando falla la energía, que según indicó es otro malestar, porque no hay un horario fijo y a veces se va más de tres horas y hasta dos veces al día.
“Hasta cuándo tenemos que soportar esta situación, sería bueno que la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) por lo menos difunda la hora de los racionamientos a fin de cuidar nuestros aparatos”, agregó Moreira.
El gerente de la CNEL-Portoviejo, Joel Alcívar, en una entrevista pasada a El Diario manifestó que si algún electrodoméstico se quema es por cualquier otra causa como malas conexiones en las casas o directamente a los cables de alta tensión, pero no por los apagones.

Sí influye
Pero a criterio del presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos, Freddy Espinoza, los apagones sí influyen en el daño de los aparatos.
Explicó que el problema se da cuando llega la energía, ya que a veces entra un voltaje mayor que no resisten los electromésticos.
“Lo dicho por las autoridades de la CNEL es falso. Pero si ellos informaran sobre los horarios de cortes creo que la gente podría desconectar sus artefactos a tiempo, pero es tanta la desinformación que a veces publican los horarios y nunca se cumplen”, aseveró Espinoza.

Malestar
Esto lo corroboró Mercedes Mendoza, moradora de las Villas 15 de Abril, quien dijo que la luz a veces falla en la mañana, luego en la tarde y por último se suspende en dos horarios al día, que incluye hasta las madrugadas.
Mendoza además contó que el miércoles pasado la energía se interrumpió por unas 10 veces, con intervalos de 20 minutos.

Daños
Arturo Chancay, quien tiene un local de arreglo de electrodomésticos en el centro de la ciudad, indicó que desde que iniciaron los apagones, por lo menos  tres artefactos dañados le llegan al día y consultado sobre el problema a sus dueños, casi todos aseguran que dejaron de funcionar luego de un corte de energía.