Por lo menos otros 1.500 mineros evadieron la expulsión al esconderse en las selvas fronterizas, advirtió la alcaldesa Marta Zulia Parra, de la ciudad selvática colombiana de Puerto Inírida, hacia la que se desplazaron los trabajadores.

"Les dieron 36 horas para salirse de las minas, y les bajaron (el plazo) a 24", dijo la funcionaria en declaraciones al informativo del Canal RCN, de la televisión privada en Bogotá.

Los expulsados trabajaban en minas del otro lado de la frontera sureste de Colombia con Venezuela, según precisó la alcaldesa de la capital departamental del Guainía, que calculó que poco más 400 de ellos son compatriotas suyos.

Los mineros que se escondieron también son nacionales de Colombia, Brasil y Ecuador, según el informativo, que señaló que la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional (Acción Social) se hará cargo del caso en conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El director de Acción Social, Diego Molano, dijo que todos los expulsados recibirán ayuda humanitaria.

Las autoridades colombianas también gestionarán la repatriación de los brasileños y ecuatorianos, añadió el informativo, que presentó el caso "como otro coletazo de la crisis con Venezuela".

El gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, mantiene una creciente confrontación política con el del colombiano Álvaro Uribe por efecto de las fuertes críticas de Caracas a un acuerdo militar firmado a finales de octubre pasado por Bogotá y Washington.

El convenio facilita el acceso de militares estadounidenses a por lo menos siete bases colombianas, lo que Chávez considera como una amenaza para su país.