Y es que a medida que la vegetación va desapareciendo, el suelo queda vulnerable.
Cuando llueve el agua arrastra hasta las calles de la ciudad grandes cantidades de lodo y todo tipo de desperdicios que se encuentran en las laderas.
Esto sucede, por ejemplo, en la ciudadela Cevallos, donde en invierno baja una correntada de agua por en medio de las viviendas. 
Durante la estación seca el lodo se convierte en polvo que se alza con el caminar de las personas y la circulación de los vehículos, provocando en la gente serios problemas respiratorios y digestivos, en este último caso se debe a que la contaminación está en las comidas que venden en las calles.
Xavier Valencia, ex director de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación en el Ecuador, Cosude, indicó que según estudios realizados por esta agencia, los portovejenses gastan anualmente más de un millón de dólares en la compra de medicinas contra las enfermedades respiratorias, que tienen su repunte en la estación invernal.

Comparaciones
Además, Valencia explicó que un agricultor que cosecha una hectárea en las colinas no tiene una ganancia superior a los 120 dólares, mientras que los daños ambientales son incuantificables, por eso considera que a las autoridades les saldría más barato pagarle al agricultor sin que siembre, pero ese no es el caso, manifestó.
Carminia Pinargote, epidemióloga de la dirección de salud, indicó que la deforestación trae consigo consecuencias a la salud.
Habló del paludismo y dengue, cuyo mosquito transmisor se concentra en aguas estancadas, como la que queda en los huecos de la calles. A esto se suman problemas a la piel, gástricos y respiratorios, entre otros, cuyos casos aumentan durante la temporada invernal.

Otras
consecuencias
El lodo y basura que baja de las colinas cuando llueve también traen otros problemas a la ciudad, como el taponamiento de las alcantarillas y sistemas sanitarios, lo que provoca la inundación de las calles y casas, dejando como resultado el deterioro de la imagen en la ciudad y el aumento de la insalubridad.

Información
Mario Rivas, también ex director del Cosude, indicó que el trabajo que realizó la Agencia Suiza en Portoviejo dejó a las autoridades la suficiente información técnica plasmada en textos, en el que consta un mapa de riesgos, donde se identifica los problemas que hay en las colinas y cómo solucionarlos.
Además considera que reforestar no es costoso, que lo más difícil es incentivar a las personas a que se unan a este propósito, tarea que corresponderá a las autoridades.  Rivas también considera que la deforestación ha sido un problema de ordenamiento territorial que aún se puede regular.