La ordenanza que regula el uso del suelo en la ciudad ha quedado sólo en papeles ya que los locales de venta de productos químicos laboran sin ningún control dentro del perímetro urbano.
El sábado en la noche ocurrió un derrame de ácido fosfórico en una bodega clandestina situada en la avenida 24 y calle 11.
El Cuerpo de Bomberos señaló que ese ácido es una sustancia nociva para la salud.
Ángel Laz, director de Medio Ambiente del Municipio, manifestó que existe una ordenanza que señala que este tipo de lugares no deben funcionar dentro del perímetro urbano, pero esto no es ha venido cumpliendo.
Redacción : La Marea