A las 07h30 una llamada telefónica alertó a la policía de El Carmen que en un pequeño despeñadero, ubicado a un costado del camino y a la mitad de loma que está antes de  llegar al puente del río Cajones, se encontraba el cadáver de un hombre.

Cuando los uniformados llegaron al lugar pudieron comprobar lo anunciado. El cadáver de Ramírez Cevallos estaba con las manos atadas hacia la espalda; igualmente tenía una cuerda en el cuello con muestras de haber sido ahorcado.  Las heridas en el cuerpo, los golpes en la cabeza y la funda de plástico y la cinta de embalaje que rodeaban la cabeza demostraban que el o los criminales lo torturaron, arrastraron y ahorcaron hasta dejarlo sin vida.
Elizabeth Chamorro manifestó que Mauro Cecilio Ramírez  era su marido con quien había procreado tres niñas; tenía una vulcanizador y una cabina telefónica junto a la casa, en el kilómetro 30 de la vía El Carmen – Santo Domingo de los Tsáchilas. A las 08h30 del jueves él estaba en el local cuando habría recibido una llamada telefónica y con el pretexto de comprar un balanceado se fue a El Carmen en su motocicleta.
Cuenta Chamorro que dos horas después llamó al celular del marido y ya no contestó, insistió en las llamadas durante todo el día y la noche sin repuesta alguna. Ni bien amanecía ayer viernes cuando la desesperada mujer llegó al comando policial de El Carmen  para averiguar si quizás había sido detenido por algún problema con la motocicleta que conducía, circunstancia en la que se enteró del crimen.
Quienes mataron al vulcanizador se le llevaron los documentos que portaba, dos celulares y la motocicleta en la que se movilizaba cuando desapareció.   La policía judicial emprendió las investigaciones para determinar las causas del crimen, que a primera vista da a pensar que se trató de una venganza o ajuste de cuenta.