La UNE convocó a una huelga contra las últimas medidas gubernamentales y contra una nueva Ley de Educación que comenzará a debatir la Asamblea en los próximos días. Según reportes, la convocatoria de la UNE tuvo poca acogida en Quito, donde unos 200 maestros se concentraron cerca del colegio Mejía. En Guayaquil, los principales colegios suspendieron clases mientras los profesores se reunían, aunque el paro convocado no tuvo la acogida esperada por los organizadores. En las provincias de Imbabura y Azuay no hubo seguimiento, y en Cotopaxi se contabilizó una paralización de un 40 por ciento de los magisterios. La protesta de la UNE se desarrolla en medio de la amenaza del Ejecutivo de iniciar procesos administrativos, que pueden llevar a la destitución de los maestros que paralicen sus actividades. La paralización de servicios públicos básicos, como la educación, está prohibida por la ley en Ecuador. Según Mery Zamora, presidenta de la UNE, el paro convocado es en respuesta a "la tozudez e insensibilidad del Gobierno frente a que las demandas de la educación no han sido satisfechas", pero el ministro de Educación, Raúl Vallejo, sostiene que el Gobierno sí ha atendido al sector educativo. "Los dirigentes de la UNE se han olvidado que son maestros", dijo Vallejo, para quien plantearse un paro en este momento "es una agresión directa a los niños, niñas y jóvenes del sistema educativo", aseguró. Confrontación El conflicto entre el Gobierno y los educadores se inició a principios de año, cuando comenzó un proceso de evaluación a los docentes, según el Ejecutivo, en busca de mejorar la calidad educativa de los colegios. Sin embargo, la UNE argumentó que esa evaluación era un modo de despedir a maestros contrarios al Gobierno, ya que aquellos profesores que no se evaluaran serían sancionados por considerar que incurrían en "incompetencia profesional". Tras el periodo de evaluación, durante el cual se sucedieron protestas de docentes y estudiantes, el ministro Vallejo anunció que se abrirían alrededor de 1.100 sumarios administrativos contra los docentes que no participaron en las dos convocatorias de evaluación. Zamora aseguró que ningún maestro ha sido destituido pese a las amenazas del Ejecutivo. Además, la UNE también protesta por la nueva Ley de Educación que, entre otros aspectos, regula el funcionamiento y la financiación del sindicato. Los promotores del paro anunciaron una nueva concentración para hoy en Quito, en el parque de El Arbolito, y vaticinaron para mañana una gran marcha hacia el palacio de Gobierno, en la capital. Respecto a la Policía, aplicará medidas disuasivas, sin caer en provocación ni represión. GOBIERNO REITERA QUE HABRÁ DESPIDOS El ministro de Educación, Raúl Vallejo, reiteró que se despedirá a los profesores que no acudan a dar clases por participar en la protesta convocada por la UNE. Apuntó que se iniciarán "los sumarios administrativos, que llevan a la destitución, a quienes paralicen las actividades". Recordó que la ley prohíbe la paralización de servicios públicos, entre ellos el educativo, e instó a los padres de familia y a los maestros para que "de una vez por todas" se entierre "en el pasado a una dirigencia (de la UNE) que no ha entendido absolutamente nada de lo que se trata la calidad educativa". Como antecedente, tras el periodo de evaluación de los maestros, durante el cual se sucedieron protestas de docentes y estudiantes, el ministro Vallejo anunció que se abrirían alrededor de 1.100 sumarios administrativos contra los docentes que no participaron en las dos convocatorias de evaluación.