Pero antes de llegar a convertirse en la soberana del país, Sandra María Vinces Pinargote, tuvo que abrirse camino. Con tan sólo 15 años de edad, la portovejense, que nació el 26 de mayo de 1990, dio sus primeros pasos en el mundo del modelaje recibiendo clases en la academia de la ex candidata a Miss Ecuador, Zulay Toala, en Portoviejo. Sandra, dueña de ojos café acaramelados, quiso continuar su vuelo y decidió viajar a Guayaquil para ser parte de la Academia CN Modelos, de la empresaria y hoy su amiga íntima, Cecilia Niemes. Allí las puertas se le abrieron: participó como modelo en importantes pasarelas a nivel nacional. En el 2008 concursó en el certamen CN Models Search, donde fue la ganadora, hecho que la llevó a participar en el mismo evento pero a nivel internacional, volviendo a convertirse en la triunfadora absoluta. Ese título le otorgó la oportunidad de viajar a Shenzhen (China), donde quedó entre las finalistas del certamen Miss Model of The World. Con firmeza En el 2009 su amiga Cecilia Niemes la indujo a participar en el Miss Ecuador, donde su 1,78 metros de estatura, sus medidas casi perfectas (90-61-90), su paso firme y elegante en la pasarela la convirtieron en la nueva soberana del país. Esa noche, varios miembros del jurado, como la ex Miss Universo Amelia Vega, destacaron que la personalidad arrolladora de Sandra había sido un punto a su favor. Se convirtió además en la segunda portovejense y novena manabita en obtener el importante título. Hace tres semanas, Sandra, hija única de Gustavo Vinces y Sandra Pinargote, de 19 años, viajó a Bahamas para participar en el certamen de belleza más importante del planeta: Miss Universo. A horas de la elección, la manabita se encuentra en el cuarto lugar de las quince favoritas según la votación del público en la página web del Miss Universo. Y cientos de foros, páginas web y periódicos internacionales la ven como una de las opcionadas para la corona.