Josefa Zambrano, directora del plantel, criticó la indiferencia de las autoridades de la EAPAM para con la agravante insalubridad que existe en el lugar. No hay un día en que uno o dos niños no muestre los síntomas citados, por efecto de los olores nauseabundos que emanan las aguas estancadas en el patio vecino de nuestra Escuela. Es por eso que demandamos al Ministerio de Medio Ambiente y Salud intervenir en la problemática, dijo Zambrano. Sin planificación No solo los escolares sufren por la presencia de las descargas sanitarias que salen por los nuevos pozos de revisión que fueron construidos hace poco por la Eapam, también los vecinos del lugar tienen que soportar los malos olores y la invasión de mosquitos durante la noche y día. A decir de los reclamos de los habitantes de El Palmar, la Eapam enterró una tubería de menor capacidad frente al considerable volumen de descarga que genera la citada población. También se acusa a la misma empresa de haber construido los nuevos pozos a nivel de piso. Estos debieron ser levantados a más de un metro de altura para evitar el desborde de las aguas fecales y otras, puesto que las descargas vienen de la parte alta y terminan en una zona baja, señaló Eugenia Cedeño, habitante del sector El Palmar.