Algunas veces después de un tiempo, Windows tarda un poco más en abrir más rápidamente un programa, esto puede deberse en partes a la falta de espacio libre suficiente para la memoria virtual que es administrada por el sistema operativo, también puede ser producto del uso excesivo de la computadora y de escribir tanto en el disco duro, de la prueba continúa de programas que se colocan y se vuelven a quitar en el equipo, entre otros.