El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), denunció este miércoles 17 de septiembre que el Ejército de Israel lanzó tres ataques consecutivos contra el Hospital Infantil Abdelaziz Al Rantisi, en la ciudad de Gaza, en el marco de una ofensiva terrestre a gran escala iniciada el día anterior para tomar el control del norte del enclave palestino.
Hospital pediátrico bombardeado en Gaza
En un comunicado oficial, el Ministerio de Sanidad gazatí informó que las plantas superiores del hospital Abdelaziz Al Rantisi fueron impactadas por tres explosiones separadas por pocos minutos. Las autoridades señalaron que el centro médico es el único especializado en atención infantil en Gaza, con servicios de oncología, diálisis y atención para enfermedades respiratorias y digestivas.
El hospital albergaba a 80 pacientes pediátricos al momento del ataque, incluyendo a 12 en cuidados intensivos, y contaba con cuatro unidades pediátricas y ocho de atención neonatal en funcionamiento. Además, 30 trabajadores sanitarios permanecían en el lugar durante los bombardeos.
Según el reporte, al menos 40 pacientes abandonaron el hospital por temor a nuevos ataques. “Buscaban lugares seguros para proteger a sus hijos”, indicó el comunicado del Ministerio, que acusó a Israel de aplicar una política sistemática para paralizar el sistema de salud en la Franja de Gaza.
Llamado urgente a la comunidad internacional
Tras los hechos, las autoridades sanitarias locales reiteraron su llamado a la comunidad internacional, organizaciones humanitarias y organismos multilaterales a intervenir para garantizar la protección de las instalaciones médicas, el personal de salud y los pacientes en medio de la escalada militar.
Hasta el momento, el Ejército de Israel no ha emitido declaraciones oficiales sobre estas acusaciones. Las fuerzas israelíes continúan desplegando tropas y ataques en distintas zonas del norte de Gaza, como parte de una ofensiva terrestre intensificada desde el martes 16 de septiembre.
La situación humanitaria en el enclave continúa deteriorándose, en medio de informes sobre bloqueos al ingreso de ayuda humanitaria, denuncias por daños a infraestructuras civiles y un creciente número de víctimas.
Escalada militar y contexto del conflicto
El conflicto entre Israel y Hamás se reactivó con intensidad tras los ataques del 7 de octubre de 2023, que provocaron la respuesta militar israelí más prolongada en Gaza desde 2014. Desde entonces, según cifras del Ministerio de Sanidad en Gaza, casi 65.000 personas han muerto en el enclave palestino, aunque estas cifras no han sido verificadas de forma independiente debido a las restricciones en el acceso a la zona.
La ofensiva actual en la ciudad de Gaza fue descrita por Hamás como “un nuevo capítulo en la guerra genocida”, acusando a Israel de implementar una política de limpieza étnica sistemática que, según afirman, agrava la catástrofe humanitaria en la región.
La comunidad internacional ha expresado en múltiples foros su preocupación por los efectos del conflicto sobre la población civil, especialmente por los ataques a instalaciones médicas y educativas, así como por la interrupción de los servicios básicos, incluido el acceso a agua, electricidad y alimentos.
Hospitales bajo fuego: un patrón repetido
Este nuevo ataque al hospital Abdelaziz Al Rantisi se suma a una serie de incidentes similares en los últimos meses. Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Médicos Sin Fronteras (MSF) han denunciado en diversas ocasiones los impactos de la guerra sobre centros médicos y personal sanitario en Gaza.
Las normas del Derecho Internacional Humanitario establecen que los hospitales y el personal de salud deben ser protegidos durante los conflictos armados. Sin embargo, numerosos informes han documentado ataques directos o daños colaterales a infraestructuras hospitalarias desde el inicio de la ofensiva.
Diversas agencias internacionales reiteran la necesidad de acceso humanitario urgente y la protección de los civiles, en una guerra que sigue dejando consecuencias devastadoras para la población más vulnerable: niños, enfermos y desplazados.