La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) recortó este miércoles su tasa de interés de referencia en un cuarto de punto, hasta el rango de 4-4,25 %, en su primera reducción del año, motivada por la debilidad del mercado laboral y pese a la persistencia de una inflación por encima del 2 %.
Primer recorte en nueve meses
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), órgano decisor de la política monetaria, aprobó la medida con mayoría de votos. Solo Stephen Miran, nuevo gobernador nombrado a instancias del presidente Donald Trump, se opuso, pidiendo un recorte mayor.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, subrayó que la entidad se mantiene “firmemente comprometida con su independencia política”. Esto en respuesta a cuestionamientos por la reciente incorporación de asesores cercanos a la Casa Blanca.
La institución explicó que decidió esperar durante nueve meses antes de mover tasas. Con el fin de observar la evolución de aranceles, inflación y empleo, factores clave en su mandato dual.
Impacto en la economía y expectativas según la Reserva Federal
Con el nuevo nivel de la tasa de referencia, el costo del crédito será más bajo, lo que fomenta consumo e inversión, aunque también puede incrementar los precios.
El FOMC anticipó al menos dos recortes adicionales en 2025, según la mayoría de sus integrantes. Esta previsión se conoce en un contexto de presiones de la Casa Blanca para aplicar medidas más agresivas de estímulo.
La proyección de crecimiento económico para 2025 subió a 1,6 %, frente al 1,4 % estimado en junio, mientras que no hubo cambios en las expectativas de inflación y desempleo.
Riesgos en el mercado laboral
El comunicado oficial de la Fed reconoció que “los riesgos para el empleo han aumentado”, aun cuando la inflación se mantiene por encima de la meta.
Los datos más recientes muestran que la tasa de desempleo subió levemente, mientras que la creación de puestos de trabajo se moderó. Aun así, los niveles se mantienen relativamente bajos.
El índice de precios al consumo (IPC) registró un aumento de 2,9 % en agosto, el más alto desde inicios del año, lo que evidencia que el reto inflacionario sigue presente pese al enfriamiento laboral.