Yamile Guadalupe Lucas Mero, de 25 años y en su segundo embarazo (12 semanas), es una de las 61 madres gestantes de la parroquia Eloy Alfaro de Manta que se beneficiará del programa ‘Amaneceres’.
Esta es una iniciativa social liderada por la Fundación Redni, la Fundación Desarrollo y Autogestión (DYA). Pero también tiene el apoyo de empresas privadas locales y el Ministerio de Salud Pública (MSP).
El objetivo principal es prevenir la desnutrición crónica infantil en una de las zonas más vulnerables de la provincia de Manabí. Pues en la parroquia Eloy Alfaro la pobreza extrema y la falta de acceso a servicios básicos agravan esta problemática. La desnutrición infantil afecta al desarrollo de miles de niños en Ecuador.
Durante 18 meses se implementará el programa
Adriana Polo, representante de la Fundación Redni, explicó que Amaneceres representa un nuevo comienzo para 61 madres gestantes, el primer grupo beneficiario. Es un programa integral que busca impactar directamente en sus vidas, ofreciendo acompañamiento técnico, asistencia alimentaria. También contempla talleres nutricionales, orientación en crianza y controles de salud regulares”, detalló. Este programa se desarrollará durante 18 meses.
Polo enfatizó que el enfoque está en los primeros 1.000 días de vida del niño, desde la gestación hasta los dos años. Esta es la etapa crítica para prevenir la desnutrición crónica infantil, una condición que causa retraso en el crecimiento físico y cognitivo.
Desnutrición infantil, un problema en Ecuador
La desnutrición crónica infantil es un problema de salud pública en Ecuador, con una prevalencia del 19,3% en menores de dos años según la Encuesta Nacional sobre Desnutrición Infantil (ENDI) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para el período 2024-2025.
Esta cifra representa una ligera reducción del 0,8% respecto a 2023 (20,1%), pero aún supera el promedio regional de América Latina. Aquí el Ecuador se posiciona como el segundo país con mayor incidencia después de Guatemala.
En Manabí, las tasas superan el 20%, impulsadas por factores multicausales como la pobreza, el limitado acceso a agua potable y saneamiento, y altos índices de embarazos adolescentes, que agravan la vulnerabilidad nutricional.
Parroquia Eloy Alfaro es la más vulnerable
El programa llega a madres en situaciones de extrema vulnerabilidad, identificadas en colaboración con el MSP. “Más del 50% son madres adolescentes, una problemática que complica aún más el panorama”, detalló Polo. Estas mujeres, focalizadas en la parroquia Eloy Alfaro, recibirán kits de alimentos nutritivos, educación en preparación de comidas balanceadas y económicas, y apoyo psicológico para una crianza saludable. “No solo entregamos comida, sino herramientas para que generen un efecto multiplicador en sus familias y comunidades”, agregó.
El MSP juega un rol clave en la selección de beneficiarias, priorizando gestantes en el primer trimestre, adolescentes, multíparas y aquellas con condiciones médicas o discapacidades.
Andrea Zavala, del MSP en el distrito 13D02 (que incluye Manta, Montecristi y Jaramijó), precisó que “articulamos con fundaciones y el sector privado para que nuestras usuarias accedan a estos beneficios. En el distrito, la DCI afecta al 15% de los niños, pero en Jaramijó alcanza el 25%, debido a la pobreza, falta de educación nutricional y acceso limitado a agua segura”.
Zavala destacó que la desnutrición es “una enfermedad silenciosa” que impacta el desarrollo cognitivo, aumentando el riesgo de deserción escolar y perpetuando la pobreza intergeneracional.
Además de la atención a madres, “Amaneceres” incluye un componente para prevenir embarazos adolescentes en las unidades educativas fiscales Paquisha y Emilio Bowen Roggiero. “Trabajaremos con la Fundación Desarrollo y Autogestión para educar a jóvenes sobre sexualidad responsable”, indicó Polo.
En total serán más de 350 jóvenes de estos planteles quienes recibirán círculos de aprendizaje para prevenir el embarazo adolescente. En el programa colaboran empresas como La Fabril, Moderna Alimentos, Superior y Ales.