El mal estado de los caminos vecinales en los recintos Galán, La Victoria y La Sequita, del cantón Jipijapa, mantiene en zozobra a cientos de campesinos que no pueden sacar sus cosechas.
Los pobladores aseguran que las vías rurales están prácticamente intransitables, lo que obstaculiza la salida de productos agrícolas hacia los centros de acopio. La falta de electrificación en varios tramos agrava la situación y retrasa el desarrollo de la zona.
16 Kilómetros de vías rurales en mal estado
Juan Tigua, presidente de la comunidad Galán, ubicada en la parroquia Puerto Cayo, detalló que requieren la intervención urgente de 16 kilómetros de carretera que les permita conectarse con las ciudades cercanas.
“El problema es que los vehículos se niegan a llegar al recinto por el mal estado de las vías; toda la cosecha queda retenida”, afirmó el dirigente, quien recordó que llevan años solicitando la obra sin recibir respuestas.
Por su parte, Anselmo Lino, dirigente de La Victoria, señaló que las dificultades no se limitan a Galán, sino que también afectan a La Victoria y La Sequita, donde los caminos de tierra quedaron destruidos con el invierno. “Estamos prácticamente aislados del desarrollo y de los mercados”, subrayó.
Algunos datos clave de la problemática
Los campesinos mencionaron que han gestionado apoyo, pero aún esperan acciones concretas:
16 kilómetros de vía requieren intervención urgente.
Falta de red de electrificación en varios sectores.
Inaccesibilidad vehicular para sacar productos agrícolas.
Afectación directa a miles de familias campesinas.
Solicitud de maquinaria y lastre al Gobierno Provincial de Manabí.
Caminos bloqueados, futuro detenido
Los habitantes insisten en que las pérdidas económicas son cada vez más graves. Tras el invierno, la imposibilidad de trasladar la producción genera riesgos de desabastecimiento y precariza a las familias que dependen del campo.
Además, la ausencia de electrificación limita la conservación de productos perecibles y frena iniciativas locales para agregar valor a la producción agrícola.
El pedido de maquinaria y material de lastre dirigido al Gobierno Provincial de Manabí continúa sin respuesta oficial. Mientras tanto, los agricultores de Jipijapa sienten que sus oportunidades se reducen con cada cosecha que no logran vender.
La esperanza de los pobladores sigue puesta en que las autoridades escuchen un clamor que se repite año tras año: contar con caminos transitables que garanticen no solo la salida de la producción agrícola, sino también la integración plena de estas comunidades al desarrollo de Manabí.