El Parque El Mamey, en Portoviejo, se ha convertido en una de las principales colonias de gatos abandonados de Portoviejo y también en un lugar de tortura. Sólo en el último trimestre se registraron hasta 15 cachorros abandonados cada semana, muchos no sobreviven. Gina Meza, rescatista con diez años de experiencia, asegura que esto no es lo peor, pues ha visto de cerca la maldad del ser humano volcada con furia sobre animales indefensos que fueron rechazados de su hogar.
“Estamos totalmente decepcionadas; no soportamos tanta violencia”, afirmó Meza, quien esta semana rescató 15 gatitos pequeños y cuida a 13 más grandes del mismo lugar.
Víctimas de maltrato animal
La animalista describió actos de crueldad extremos: gatos ahorcados, quemados con colillas de cigarrillo, asfixiados en bolsas o golpeados con palos. “Los someten como Jesucristo, los clavan”, relató, evidenciando la gravedad del problema. También señaló que indigentes que pernoctan en el parque, acompañados de perros, serían quienes contribuyen a la violencia. “Hemos visto cómo los perros atacan a los gatitos y se comen su comida; hemos hablado con ellos, pero no entienden”, agregó. La falta de iluminación y vigilancia agrava la situación, haciendo que el lugar sea peligroso, especialmente en la noche.
Mary Ortega, rescatista desde 2019, confirmó que el problema se agudizó desde la pandemia en 2020. En lo que va de 2025, calcula que hay 70 gatitos en el parque. Solo esta semana, encontraron siete gatitos en dos días, muchos víctimas de maltrato. Ortega relató casos específicos: una gatita tricolor fue quemada en los ojos con colillas de cigarrillo y otra asesinada por el mismo método en su cuerpo. Otros han sido ahorcados o quemados vivos, como el caso de Mebo, único sobreviviente de cinco hermanitos de dos meses que fueron quemados. “Es una monstruosidad lo que les hacen”, lamentó. Cada semana, encuentran un promedio de 5 a 6 gatitos heridos o muertos, todos bebés.
Animalistas recolectan firmas para proteger a los gatos de El Mamey
Las rescatistas, junto a un grupo de al menos 15 personas, alimentan a los gatos a diario, de los cuales la mayoría están esterilizados y desparasitados. Sin embargo, la falta de seguridad en el parque pone en riesgo tanto a los animales como a quienes los cuidan. “Dos mujeres vienen a las 18h30 a alimentarlos, pero tienen miedo porque no hay vigilancia ni iluminación”, explicó Ortega.
Para enfrentar esta crisis, los rescatistas emprendieron una iniciativa de recolección de firmas de ciudadanos y planean presentarlas al Municipio de Portoviejo. Su pedido incluye iluminación, vigilancia policial y el desalojo de personas que consumen drogas en el parque, quienes, según sospechan, estarían involucradas en los actos de tortura. “Queremos que la Policía y el Municipio intervengan; esto no puede seguir así”, insistió Ortega. También planean solicitar apoyo al comando policial para rondas nocturnas.

Hay una ordenanza establece sanciones
Jonathan Guzmán, jefe técnico del Centro de Fauna Urbana del Municipio de Portoviejo, reconoció la gravedad del problema, que se agudizó desde 2022. “El maltrato y la tortura animal en el Parque El Mamey son terribles”, afirmó. Guzmán anunció que un equipo técnico se trasladará al lugar para evaluar la situación y coordinar con la comunidad y animalistas. Aunque el dominio del parque está dividido entre el Ministerio de Ambiente y la Prefectura, Guzmán enfatizó que el bienestar animal sí compete al Municipio. “Vamos a trabajar mancomunadamente con los vecinos para identificar a los responsables”, aseguró.
Guzmán también recordó que el maltrato y abandono animal son infracciones graves. Éstas incluyen horas de servicio comunitario y multas de entre $47 y $2.350. “Daremos todo el apoyo a los animalistas y a estas especies en riesgo”, concluyó, subrayando la necesidad de una cambio cultural para reducir el abandono y la violencia contra los animales.