Así lo aseguraron hoy en declaraciones a Efe fuentes del Ministerio del Interior de Italia, que explicaron que los migrantes subirán a la embarcación italiana "Moby Zaza", que quedará atracada en Porto Empedocle.
De esta manera, estos migrantes tendrán que hacer cuarentena durante dos semanas, como Italia exige desde abril a los salvados por ONG a los que autoriza su entrada a puerto para prevenir la propagación de la pandemia de coronavirus.
En abril, Italia y Malta declararon que sus puertos no eran seguros para recibir a migrantes debido a la situación de emergencia por la COVID-19.
Las mismas fuentes detallaron que después serán distribuidos entre centros de acogida del país o reubicados en otros Estados miembros de la Unión Europea, si estos llegan a un acuerdo de recolocación.
La decisión del Ministerio del Interior cambia el panorama descrito este domingo por la ONG que gestiona el barco, SOS Méditerranée, que en las redes sociales había mostrado "alivio" porque los migrantes iban a poder desembarcar mañana en Sicilia.
"Alivio en el ‘Ocean Viking’, ya que el barco finalmente recibió instrucciones para dirigirse hacia Porto Empedocle, Sicilia. Los 180 salvados serán desembarcados en el puerto mañana", había indicado la organización en Twitter, donde había criticado que el "retraso innecesario de este desembarco ha puesto vidas en riesgo".
Fuentes de la ONG preguntadas por Efe dijeron que no han recibido indicaciones sobre si estos migrantes serán llevados a otro barco y que se les ha comunicado solamente que deben dirigirse a Porto Empedocle.
Si estos migrantes acaban subiendo a otro barco, prosiguieron estas fuentes, "algunos estarán más de un mes encerrados", pues los socorridos en la primera de las cuatro operaciones desarrolladas por el "Ocean Viking" lo fueron el 25 de junio, y antes esos migrantes "llevaban siete días a la deriva desde que habían salido de Libia".
Entre los 180 auxiliados en el mar hay al menos 25 menores y una mujer embarazada.
El pasado viernes, la ONG declaró el estado de emergencia a bordo, después de constatar varios intentos de suicidio, peleas y amenazas físicas de los migrantes a los propios compañeros de cubierta y a la tripulación, derivados de la tensión y la angustia experimentada por la larga espera.
El sábado, un equipo de médicos italianos subió a bordo del barco, que permanecía en aguas internacionales próximo a Sicilia, y examinó a las personas durante más de dos horas.
Este domingo, otro equipo practicó pruebas de coronavirus a todos los auxiliados.
El pasado septiembre, Italia, Malta, Alemania y Francia acordaron en La Valeta un plan de redistribución de migrantes salvados en el mar.
La ONG ha explicado a esta agencia que "la Unión Europea en su conjunto, y no solo Italia y Malta", es responsable de esta situación, pero no está mostrando "ninguna solidaridad" para gestionar el fenómeno de los flujos migratorios hacia Europa. EFE