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Las autoridades indias han confirmado 31 víctimas mortales como resultado de la fuerte riada provocada por el derrumbe de un glaciar en el norte de India, después de que los equipos de rescate hayan recuperado cinco cuerpos más.

Mientras, varios equipos de rescate continúan las labores para rescatar a 30 personas que quedaron atrapadas en un túnel y para encontrar a los 175 desaparecidos tras el suceso, registrado en el distrito de Chamoli, en el estado de Uttarajand, en el Himalaya, que provocó el desbordamiento de los ríos Alaknanda y Dhauliganga.
Las autoridades temen que el paso de las horas reduzca la posibilidad de encontrar a los supervivientes, según ha informado el diario local ‘The Hindu’, dado que el derrumbe tuvo lugar el domingo.
"La limpieza de escombros ha continuado durante toda la noche", ha afirmado el portavoz de la Policía Fronteriza Indo-Tibetana, Vivek Kumar Pandey, que ha agregado que unos 120 metros de túnel ya están despejados. Un funcionario citado por ‘The Hindu’ ha señalado que los equipos de rescate no han sido capaces de establecer ningún contacto con los atrapados, pero se muestran esperanzados por encontrar "signos vitales".
Por otro lado, las autoridades han repartido unos cien kits de alimentos en las zonas afectadas por el incidente, en las que habitan unas 2.500 personas.
En la zona se han desplegado cuatro columnas del Ejército, dos equipos médicos y un grupo de trabajo de ingeniería. Además, otros siete equipos de buceo de la Marina de India participan en las operaciones de rescate. Tras el suceso, el primer ministro indio, Narendra Modi, trasladó su apoyo a la región.