El Gobierno de Haití expresó este domingo su preocupación por la “difícil” situación de miles de sus ciudadanos en un campamento improvisado bajo el puente internacional de Del Río, en la frontera de Texas con México, a la espera de entrar en Estados Unidos, que prepara su deportación.
“Estamos muy preocupados por las condiciones extremadamente difíciles en las que viven varios miles de nuestros compatriotas en la frontera entre Estados Unidos y México”, escribió el primer ministro de Haití, Ariel Henry, en su cuenta de Twitter.
Henry llamó a la unión nacional para “dar una oportunidad al país” y evitar que los haitianos sigan viviendo este tipo de “humillaciones”.
“Al tiempo que renovamos nuestra plena solidaridad con ellos, queremos asegurarles que ya se han tomado medidas para ofrecerles una mejor acogida a su regreso al país”, continuó.
“No se quedarán atrás”, prometió, mientras les daba la bienvenida con un proverbio muy utilizado por los haitianos: “Lakay se Lakay (La casa sigue siendo la casa)”.
Desde el agravamiento de la crisis socioeconómica y política en 2018, varios miles de haitianos han abandonado su país para ir a México, Estados Unidos y República Dominicana entre otros.
En el pasado, la mayoría de los haitianos que decidían abandonar el país eran analfabetos, pero en los últimos tiempos son profesionales y universitarios, que se marchan en busca de una vida mejor en otro lugar.
Además, cientos de haitianos que vivían en América Latina, sobre todo en Chile, Brasil y Ecuador, están realizando un largo viaje a través de más de una docena de países para intentar llegar a Estados Unidos.
Cerca de 13.000 inmigrantes irregulares, en su mayoría haitianos, están retenidos por las autoridades migratorias estadounidenses en un campamento improvisado debajo el puente internacional que une Del Río (Texas) con Ciudad Acuña (México).
Los migrantes han estado cruzando desde el pasado martes a Estados Unidos y han desbordado a las autoridades migratorias, que improvisaron el campamento a la espera de ir procesando solicitudes de asilo.
Según medios estadounidenses, el Gobierno de Estados Unidos prepara el envío de múltiples vuelos de deportación a Haití para desalentar la llegada masiva de ciudadanos de esta nación.