El quesillo de leche y huevo es un postre tradicional muy popular en diversas regiones de América Latina. Con solo cinco ingredientes básicos, su preparación es sencilla y perfecta para celebraciones o reuniones familiares. Esta nota explica paso a paso cómo prepararlo, qué ingredientes necesitas y cómo lograr una textura cremosa y uniforme desde casa.
Ingredientes básicos para preparar quesillo
La receta del quesillo se caracteriza por utilizar ingredientes comunes y accesibles. El siguiente listado permite obtener un postre para aproximadamente 6 a 8 porciones.
Ingredientes:
- 1 lata de leche condensada (aproximadamente 395 g)
- 1 medida de leche líquida entera (usar la misma lata como referencia)
- 5 huevos grandes
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 taza de azúcar blanca (para el caramelo)
No se necesita harina ni levadura, por lo que puede adaptarse a personas con restricciones de gluten, siempre que se verifiquen las etiquetas de los productos utilizados.
Preparación del caramelo
El caramelo es la base del quesillo y le da su sabor característico. Se recomienda prepararlo con cuidado, ya que se trabaja a altas temperaturas.
Pasos para hacer el caramelo:
- Colocar una taza de azúcar en una olla o sartén a fuego medio.
- Revolver constantemente hasta que el azúcar se derrita por completo y adquiera un color dorado intenso.
- Verter el caramelo caliente en un molde para quesillo o flan (preferiblemente metálico), cubriendo bien el fondo y las paredes internas.
- Dejar reposar hasta que el caramelo se endurezca.
Es recomendable usar guantes o agarraderas para manipular el molde durante este proceso.
Preparación de la mezcla del quesillo
Una vez listo el caramelo, se procede a preparar la mezcla principal del quesillo.
Instrucciones:
- Colocar en la licuadora los huevos, la leche condensada, la leche líquida y la vainilla.
- Licuar por 30 a 45 segundos hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos.
- Verter la mezcla cuidadosamente sobre el molde acaramelado.
Cocción:
- Cubrir el molde con papel aluminio para evitar que se forme una capa dura en la superficie.
- Cocinar en baño de María, ya sea en horno precalentado a 180 °C durante 60 a 75 minutos, o sobre la estufa a fuego bajo por 1 hora.
- El quesillo estará listo cuando al insertar un cuchillo o palillo salga limpio.
Enfriado, desmolde y presentación final
Después de cocido, el quesillo debe reposar fuera del horno hasta alcanzar temperatura ambiente. Posteriormente, se recomienda refrigerarlo durante al menos 4 horas, aunque es preferible dejarlo toda la noche.
Para desmoldarlo correctamente:
- Pasar un cuchillo por los bordes internos del molde para despegar el quesillo.
- Colocar un plato amplio sobre el molde y girar con firmeza pero suavemente.
- El caramelo líquido debe cubrir el postre, dándole brillo y sabor.
El quesillo se sirve frío y puede acompañarse con frutas frescas, crema batida o simplemente solo, como postre después de una comida.
Un postre con historia y tradición
El quesillo ha sido preparado en muchos hogares durante generaciones, convirtiéndose en un símbolo de las reuniones familiares y celebraciones. Su versatilidad permite adaptarlo con ingredientes adicionales como ralladura de limón, coco rallado o licor dulce, aunque su versión clásica sigue siendo la más popular.
Gracias a su preparación sencilla, ha ganado espacio en cocinas de todo tipo, desde aficionados hasta profesionales de la repostería. También es un postre ideal para ocasiones especiales debido a su apariencia elegante y su sabor dulce balanceado.
Además, su conservación es sencilla: puede mantenerse refrigerado por hasta cinco días sin perder su textura ni sabor, siempre que esté cubierto adecuadamente.