El nuevo centro de detención, ubicado en el corazón del Parque Nacional de los Everglades, ocupa un área de 78 kilómetros cuadrados en una antigua pista de aterrizaje de 3.400 metros situada a 70 kilómetros de Miami.
Las obras comenzaron semanas después de que el presidente Donald Trump anunciara planes para reabrir la prisión de Alcatraz en San Francisco. El fiscal general de Florida, James Uthmeier, destacó la elección del lugar por su entorno natural, afirmando: “A quienes salgan, no les espera mucho más que caimanes y pitones”.
El proyecto, que utiliza una pista de entrenamiento para pilotos en desuso dentro de un enclave de 101 kilómetros cuadrados, busca ser una solución “eficiente y barata” para albergar hasta 1.000 detenidos, según Uthmeier.
En un video publicado en redes sociales, el fiscal mostró imágenes de migrantes detenidos alternadas con caimanes, de los cuales se estima hay 1,5 millones en los Everglades. “No hay adónde ir, ni dónde esconderse”, aseguró.
La construcción de ‘Alligator Alcatraz’ cuenta con el respaldo de la Administración federal, que lo calificó como “innovador”. Además de la fauna local, como caimanes y pitones, la Guardia Nacional estará presente para gestionar las instalaciones. Se espera que los primeros detenidos lleguen en la primera semana de julio.
Contexto de las políticas migratorias de Trump
La iniciativa se enmarca en las políticas migratorias impulsadas por el presidente Trump, quien ha exigido a los gobiernos locales realizar al menos 3.000 detenciones diarias de migrantes irregulares. Según datos de la cadena CBS, desde que comenzaron las redadas masivas hace un mes, 59.000 personas han sido detenidas, superando la capacidad de los centros de detención existentes.
Otros migrantes han sido trasladados a la base militar de Guantánamo o al CECOT en El Salvador, bajo la premisa de que son miembros de organizaciones criminales. Florida, según Uthmeier, busca posicionarse como un aliado clave en estas políticas, presentando el centro como “una gran oportunidad” para el estado.
Improvisación de instalaciones
‘Alligator Alcatraz’ no es el único centro en adaptación. Diversos estados están reacondicionando infraestructuras para cumplir con las demandas federales, apoyados en muchos casos por la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA). Estas instalaciones improvisadas buscan responder a la presión de Washington para aumentar las detenciones.
El uso de una pista abandonada en un área rodeada de pantanos refleja un enfoque de bajo costo, aprovechando el entorno natural como barrera. Sin embargo, la estrategia ha generado críticas.
Críticas de organizaciones
Grupos de Derechos Humanos han cuestionado la iniciativa, calificándola de “cruel” por las condiciones que enfrentarán los detenidos. Asimismo, organizaciones medioambientales han denunciado el impacto en el ecosistema de los Everglades, declarado Patrimonio de la Humanidad y reserva internacional de la biosfera por la UNESCO. Argumentan que la construcción amenaza la biodiversidad de esta área protegida.
La controversia se centra en el equilibrio entre las políticas migratorias y la preservación ambiental, así como en las condiciones de detención en un lugar rodeado de fauna peligrosa. Las autoridades no han detallado medidas específicas para mitigar estos impactos.
La postura de Florida tras las medidas de Trump
El Gobierno de Florida espera que ‘Alligator Alcatraz’ esté operativo pronto, consolidando su rol en la agenda migratoria federal. Sin embargo, las críticas de organizaciones ambientales y de derechos humanos podrían generar obstáculos legales o presión pública. Mientras tanto, la construcción avanza en un entorno que combina desafíos logísticos y controversias éticas.
