La Unión Europea aprobó el 1 de octubre de 2025 una ayuda humanitaria de 1,2 millones de dólares para combatir la fiebre amarilla en Ecuador, Perú y Colombia, países donde los casos aumentaron recientemente. La iniciativa busca fortalecer la vigilancia, incrementar la vacunación y apoyar campañas comunitarias de prevención, informó la UE.
Refuerzo en vacunación y vigilancia
Los fondos europeos serán gestionados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Unicef, con el objetivo de mejorar la detección temprana de casos y la respuesta ante brotes. El financiamiento permitirá aumentar la cobertura de vacunación en poblaciones vulnerables y capacitar al personal sanitario para manejar emergencias epidemiológicas.
Asimismo, se implementarán campañas comunitarias de concienciación para prevenir contagios y reducir riesgos en zonas afectadas.
Coordinación internacional
Joëlle Van Winghem, responsable de proyectos humanitarios de la UE en América Latina y el Caribe, destacó que estas acciones son “esenciales para contener brotes mediante vacunación, vigilancia reforzada y diagnóstico temprano”. Los programas se enfocarán en comunidades de alto riesgo, donde la tasa de vacunación es baja y la probabilidad de propagación urbana es mayor.
La OPS subrayó que la fiebre amarilla, transmitida por mosquitos infectados, puede generar brotes graves si no se refuerzan las medidas preventivas.
Brotes en aumento
Los últimos meses registraron un aumento significativo de casos de fiebre amarilla, especialmente en la cuenca del Amazonas, aunque también se reportaron infecciones fuera de esa zona.
Los territorios más afectados presentan deficiencias en infraestructura sanitaria y limitada cobertura de inmunización, lo que incrementa el riesgo de contagio. El refuerzo en vigilancia y vacunación se considera clave para reducir la morbilidad y mortalidad asociadas a la enfermedad.
Solidaridad europea
La Unión Europea es uno de los principales donantes de ayuda humanitaria global. Cada año destina fondos para atender emergencias, conflictos y crisis sanitarias.
Con sede en Bruselas y oficinas regionales, la UE reafirma su compromiso con la protección de vidas y la salud de comunidades vulnerables, destacando la importancia de la cooperación internacional en crisis epidemiológicas. Este aporte se suma a programas anteriores que buscan mitigar los efectos de enfermedades transmisibles en América del Sur.